MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Mujeres empresarias han coincidido en la necesidad de tener apoyos para emprender y han destacado el «gran desafío» de los cuidados, con motivo del Día de la Mujer Emprendedora, que se celebra este martes 19 de noviembre.
En este contexto, las organizaciones Unlimited y Noaway buscan poner en valor el trabajo de las mujeres en sostenibilidad, con el propósito de cambiar a las empresas para cambiar el mundo, a través de testimonios como los de Gloria Gubianas, Arantxa Sasiambarrena, Noelia López y María Ferrer.
Así, la fundadora de la startup de innovación social ‘Envita’, Noelia López, señala en una entrevista a Europa Press que los cuidados es un «gran desafío» a la hora de emprender. «Combinar los cuidados con trabajar y emprender es complejo. Creo que es complicado, pero no es imposible. Y nosotras mismas también tenemos que darle una vuelta a cómo nos vemos como cuidadoras y emprendedoras, también dejando, delegando y co-cuidando con los que nos rodean», explica.
Precisamente, cuenta que ‘Envita’ se crea con el objetivo de cambiar los cuidados. «De alguna manera, tras la pandemia se ponen en evidencia las carencias que tenemos en el modelo de cuidado de las personas mayores y lo que buscamos nosotros es fomentar la humanización del cuidado. Lo que tenemos de diferente es que para eso utilizamos diferentes herramientas y una de ellas es la tecnología», indica.
Noelia también expone que para fomentar el emprendimiento es importante el apoyo y añade que «hay muchísimos retos a la hora de emprender, pero si eres mujer y quieres tener familia, pues hay más».
En la misma línea, la cofundadora de la marca de moda sostenible ‘Hemper’, Gloria Gubianas, señala que emprender es «muy difícil» tanto para los hombres como para las mujeres, pero recalca que se necesitan «ayudas, apoyo y más espacios».
En cuanto a los desafíos que se encuentran las mujeres a la hora de emprender, Gloria indica que hay «pocas referentes y pocas emprendedoras». «En muchos entornos y muchos ecosistemas lo que te encuentras son emprendedores masculinos. Otro es como nos educan a las mujeres, en un ambiente más del cuidado, como que (el emprendimiento) no es un mundo para nosotras y se nos generan muchas inseguridades», subraya.
Gloria expone que creó ‘Hemper’ a raíz de un viaje de voluntariado a Nepal, donde descubrió que las comunidades que viven en las zonas más rurales hacen sus ropas con una fibra llamada cáñamo. «Investigando sobre esta fibra nos damos cuenta de que, a nivel medioambiental, no solo es muy respetuosa, sino que también es regeneradora», agrega.
Igualmente, la fundadora del proyecto de educación ‘Noaway’, Arantxa Sasiambarrena, destaca que las emprendedoras se tienen que enfrentar a obstáculos como la burocracia y la inversión y que, en el caso de las mujeres, les puede costar más «por todo lo que tiene que ver con la conciliación». «Diría que eso es lo que puede hacer más complicado», asegura.
En todo caso, afirma que tras la pandemia las empresas se han adaptado a un modelo de trabajo «flexible e híbrido» y que ello «ayuda muchísimo a la mujer para continuar su vida».
‘Noaway’ es una escuela de negocios centrada en formar a líderes empresariales en sostenibilidad, que aborda la educación como «una herramienta de cambio». «La temática está en la sostenibilidad, pero incluye otras muy importantes que hoy están relacionadas, como tiene que ver con toda la parte de los retos globales», añade.
Por su parte, María Ferrer es la propietaria de L’Era, un bar en Bolulla, un pequeño pueblo de 440 habitantes en Alicante. Su historia es un ejemplo de emprendimiento social en la España vaciada, donde el compromiso con la comunidad es el núcleo de su negocio, según cuenta.
María señala que se levanta cada día a las cinco de la mañana para abrir el bar y servir café a los agricultores antes de que comiencen su jornada «para que tengan su tertulia y estén bien». En su caso, explica que es importante «dar el primer paso», «tener ilusión» y «apoyo» para atreverse a emprender.