Se estima que para el año 2040 la mitad de las mujeres en activo superará los 50 años
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Más de un tercio de las mujeres trabajadoras en activo, el 34%, supera los 50 años. Sin embargo, el 82% de las desempleadas sénior siente discriminación en su acceso al mercado laboral, un fenómeno que supone «una gran contradicción», según ha remarcado la Fundación Adecco en la semana que se celebra Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo.
Estas son algunas de las conclusiones del 11º informe ‘#EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral’, que basa sus resultados en el análisis e interpretación de la Encuesta de Población Activa del 4º trimestre de 2023 junto a la consulta de otras fuentes y una encuesta a 200 mujeres mayores de 50 años en riesgo de exclusión social, además de la colaboración de 11 empresas y entidades.
«Muchas de las mujeres sénior en desempleo se incorporan al mercado laboral pasados los 50 años, tras largos periodos de inactividad y una vida dedicadas a su familia. A menudo, cuentan con trayectorias laborales más intermitentes que los hombres y su carrera profesional goza de un menor reconocimiento social. El proceso no es sencillo y encuentran dificultades mayúsculas para competir en el mercado laboral, con gran predisposición al desempleo de larga duración», explica la directora de ‘Integración y Inclusión’ de la Fundación Adecco, Begoña Bravo.
Según las previsiones del estudio, a partir de datos de la EPA, se estima que para el año 2040 la mitad de las mujeres en activo superaría los 50 años ya que la población activa femenina envejece a un ritmo de un punto porcentual al año.
En términos absolutos, las mujeres activas mayores de 50 años rozan los 4 millones (3.868.900 de mujeres sénior que tienen trabajo o lo buscan, la cifra más alta de toda la serie histórica) frente a las 2.519.000 de hace una década, al producirse un incremento del 53% en el último decenio.
«Nos encontramos en un momento crítico, en el que la generación baby boom llega o se aproxima al final de su carrera laboral, y de ahí que las mujeres sénior en activo hayan experimentado un crecimiento tan significativo en la última década. Según proyecciones del INE, nuestra sociedad, que hoy registra un índice de envejecimiento del 137%, seguirá envejeciendo hasta el año 2050, momento a partir del cual se experimentará un ligero descenso, cuando la generación de los baby boomers se encuentre en la etapa final de su vida. Estamos por tanto ante tres décadas cruciales, en las que hemos de seguir impulsando la afiliación y apostando por el talento sénior como vector crítico para la competitividad y sostenibilidad del país», ha alertado el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.
Actualmente, el 59% de las mujeres mayores de 50 años en desempleo lleva más de un año buscando trabajo, frente al 40% de las mujeres de todas las edades, y un 77,4% destaca que esta discriminación se ha producido en la entrevista de trabajo, donde se ha cuestionado su capacidad para manejar nuevas tecnologías o su calificación.
Según el informe AROPE (At risk of poverty and exclusion, de EAPN), la mujer se enfrenta a «carreras de cotización más entrecortadas y deficientes» y ha concluido que en 2022 la tasa AROPE femenina (mujeres en riesgo de exclusión y/o pobreza) alcanzó el 27,2%, frente al 24,8% masculina. En términos absolutos, se contabilizaron 805.209 mujeres más en esta situación (6.574.605 mujeres frente a 5.769.396 hombres).
Tras estas cifras, según la fundación, «subyace una clave fundamental y es el rol que se asigna predominantemente a las mujeres en las responsabilidades familiares y tareas domésticas».
Esta distribución desigual se refleja en las estadísticas porque mientras un 27,9% de las mujeres no busca trabajo para dedicarse a las labores del hogar, solo un 6% de los hombres es inactivo por este motivo. En total, se hay 2.838.000 mujeres inactivas por labores del hogar, frente a 446.000 hombres.
Por todo ello, Fundación Adecco ofrece algunas recomendaciones para que mujeres mayores de 50 años encuentre un trabajo lo antes posibl, como actualizar el currículum, entrenar las competencias digitales o dedicar tiempo al networking, pero con una sugerencia: no indicar la edad.
Según la fundación, hay que enfocarse en las competencias. «La edad está de más en el currículum, ya que no determina la capacidad y habilidades de una persona. Por tanto, incluir la fecha de nacimiento no es necesario y, además, puede dar lugar a discriminación por edad, consciente o inconsciente. Al omitirla, reduces el riesgo de ser descartada prematuramente por la edad», han sugerido.