
El 12,5% de trabajadores reconoce prácticas de liderazgo transformador en sus empresas, pese a que la mayoría lo clave para el cambio
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El 67,1% de la ciudadanía cree que las empresas que adopten un liderazgo transformador pueden contribuir a cambiar el sistema socioeconómico para que sea más beneficioso para las personas y el planeta, según se desprende del III Estudio ‘Propósito y liderazgo transformador’, elaborado por CANVAS Estrategias Sostenibles en colaboración con Punto de Fuga y la Universidad de Málaga.
En el estudio –que añade que el 76,5% de la población considera necesaria una transformación del modelo actual– se puntualiza que la valoración del sistema muestra un ligero descenso en la opinión crítica con respecto a la consulta de años anteriores, con una puntuación media de 4,2 sobre 10, como han dado a conocer los promotores del documento.
Además, destaca que, a pesar de la demanda social de un nuevo modelo de liderazgo basado en valores como la sostenibilidad, la empatía y la capacidad de adaptación, su implantación en el tejido empresarial sigue siendo limitada pues el 12,5% de los trabajadores identifica este tipo de liderazgo en su empresa, mientras que más de la mitad de la ciudadanía no lo percibe en su entorno laboral.
«El liderazgo transformador tiene un enorme potencial para regenerar el sistema, pero para ello debe ser real y tangible en las empresas. La ciudadanía está atenta a las señales de compromiso y coherencia de las organizaciones, y esto influye cada vez más en sus decisiones de consumo», señala la cofundadora y directora de Desarrollo de CANVAS Estrategias Sostenibles, Claudina Caramuti.
Por otro lado, la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos sigue siendo la principal preocupación de la ciudadanía, según el 65,4% de los encuestados. La lucha contra la pobreza y la desigualdad (59,2%) también se mantiene entre las principales inquietudes de la población.
Sin embargo, por primera vez, el cuidado de la salud física y mental se sitúa en el top 3 de preocupaciones, para un 63,8% de las personas encuestadas. Esta tendencia indica que el bienestar personal ha ganado relevancia dentro de las demandas sociales y refuerza la necesidad de modelos económicos que integren el cuidado de las personas en su estrategia.
Además, el estudio –basado en la opinión de 1.004 personas con representación geográfica de todo el territorio español, de edad, género y nivel socioeconómico– identifica cuatro dimensiones en el liderazgo transformador: Cuida, Inspira, Cataliza e Impulsa.
En este punto, la más valorada es la de Cuidar, que pone el foco en tener un propósito de impacto positivo que vaya más allá del beneficio económico y pensar en el bienestar social, con un 39,4%; seguida de la capacidad de adaptación a los cambios sociales (21,4%), la promoción de la empatía y la libertad de los equipos (21%) y el fomento de la innovación y la creatividad (18,3%).
Sin embargo, aunque el 61,3% de la población considera necesario que las empresas avancen hacia este modelo de liderazgo, sigue siendo el menos identificado en el ámbito empresarial, añade el estudio.
Por otro lado, el liderazgo transformador se percibe principalmente a través del trato que las empresas dan a sus empleados y clientes, así como por su capacidad de respuesta ante necesidades sociales y ambientales. Los Baby Boomers y la Generación X son los más escépticos sobre su presencia en el entorno corporativo, mientras que la Generación Z lo identifica en mayor medida, aunque con expectativas más moderadas sobre su impacto, añade el documento.
¿QUÉ ACTORES LIDERAN EL CAMBIO?
A la hora de identificar qué actores pueden liderar el cambio, la confianza se sigue depositando en instituciones públicas y organizaciones con capacidad de impacto social. La Comunidad Europea es uno de los actores mejor valorados, con un 36,8% de la ciudadanía que deposita su confianza en ella, seguida de organizaciones del ámbito educativo (escuelas, universidades y sistema científico), con un 34,8%.
Los medios de comunicación y redes sociales también juegan un papel relevante, con un 24%. Por el contrario, los organismos internacionales son los actores con menor credibilidad para impulsar la transformación, con solo un 18,6% de confianza.
El informe también analiza los hábitos de la ciudadanía en relación con su compromiso con la transformación del sistema. En este sentido, se han identificado tres perfiles: ciudadanía activa (24%) que se refiere a personas con un alto nivel de compromiso social y ambiental que adoptan múltiples hábitos sostenibles en su vida cotidiana; ciudadanía mainstream (56,5%), interesada en estos temas, pero con menor implicación directa; y ciudadanía inactiva (19,5%), menos preocupada y con menor disposición al cambio.
El estudio confirma que la ciudadanía activa es la más permeable al liderazgo transformador. El 76,8% de este grupo afirma que priorizaría productos y servicios de empresas que demuestren este tipo de liderazgo, lo que refuerza la idea de que las decisiones de consumo están cada vez más influenciadas por los valores corporativos.
«La ciudadanía no solo quiere empresas con propósito, sino que espera evidencias claras de su compromiso. La manera en la que las empresas tratan a sus empleados, responden a sus clientes y abordan sus impactos sociales, económicos y ambientales se ha convertido en un criterio fundamental para valorar su credibilidad y diferenciación», concluye la cofundadora y directora general de CANVAS Estrategias Sostenibles, Isabel López Triana.