
SEVILLA, 5 (EUROPA PRESS)
Entre las 25 iniciativas seleccionadas por la Real Sociedad de Química del Reino Unido (Royal Society of Chemsitry, RSC), que ha lanzado un programa internacional de financiación con el objetivo de “acelerar el camino de las ciencias químicas hacia una investigación e innovación más sostenibles”, el único proyecto de España seleccionado, está liderado por Alejandro Díaz Moscoso, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y Alejandro Méndez Ardoy, investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Sevilla (US), y se realizará en el Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ-CSIC-US), centro mixto del CSIC y la US.
En contexto, en 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para guiar el desarrollo global hacia un “proceso más sostenible y respetuoso” con el medio ambiente que “permita mejorar las condiciones del planeta de cara a las generaciones futuras”.
Dentro de estos metas globales se encuentra el objetivo número 12, responsable de garantizar procesos de consumo y producción sostenibles, lo que incluye mejorar la producción, transformación y gestión de residuos en la investigación e industria químicas. Si bien los productos químicos son esenciales para el desarrollo social y económico, la contaminación química representa una grave amenaza para la salud humana y ambiental.
Para la consecución de este objetivo global, la RSC ha lanzado estre programa, y el pasado 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, la RSC dio a conocer los proyectos seleccionados en la segunda convocatoria de su programa internacional de Ayudas para Laboratorios Sostenibles (Sustainable Laboratories Grants).
En esta edición se seleccionaron 25 iniciativas repartidas entre siete países de todo el mundo. El proyecto del Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ-CSIC-US), centro mixto del CSIC y la US, tiene como objetivo desarrollar protocolos y herramientas de acceso abierto para promover y facilitar la reducción de residuos generados durante la investigación química y el uso eficiente de los recursos, enfocándose especialmente en los procesos de purificación de productos de síntesis.
“Estamos muy ilusionados por desarrollar este proyecto, que se sale un poco de los cánones clásicos de los proyectos de investigación, pero que tiene un gran potencial para aportar herramientas útiles a investigadores de todo el mundo y hacer nuestro trabajo más sostenible”, han comentado ambos investigadores.
La sostenibilidad de los laboratorios es “un tema multifacético” que abarca desde los equipos y los productos químicos utilizados hasta la forma en que se lleva a cabo la investigación en los propios laboratorios, por lo que se ha convertido en un “tema clave para muchos investigadores, universidades, entidades financiadoras e industrias, ocupando cada vez un lugar más importante en la toma de decisiones de los centros científicos de todo el mundo”.
Este programa de la RSC es una manera de “apoyar acciones para reducir la huella ambiental del trabajo de laboratorio, impulsando el intercambio de buenas prácticas y permitiendo hacer las actividades de investigación, y las ciencias químicas en general, más sostenibles”.
“La variedad de proyectos innovadores y la cobertura geográfica de las solicitudes de este año ilustran que la sostenibilidad es una prioridad para quienes trabajan en laboratorios y resaltan las múltiples maneras en que podemos cambiar nuestra forma de trabajar. Estos proyectos impulsarán el desarrollo y la difusión de buenas prácticas que podrían beneficiar a investigadores de todo el mundo”, ha afirmado la Consejera de Química Orgánica del RSC y presidenta del Comité de Decisión del programa de Ayudas para Laboratorios Sostenibles.