El 87% de ejecutivos de alta gama cree que las normas de reducción de emisiones impactan en su negocio, según un estudio

MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

El 87% de los ejecutivos de la industria de la alta gama opina que la normativa internacional, comunitaria o nacional que aboga por la reducción de emisiones ya impacta sobre su negocio.

Así lo pone de manifiesto el informe de Círculo Fortuny ‘La Sostenibilidad como Oportunidad de Generación de Impacto en el Sector Alta Gama’ con el análisis de McKinsey & Company, con motivo del Fortuny Talk celebrado este miércoles en Madrid que ha concentrado a los directivos de las marcas líderes en el sector.

El informe refleja que los consumidores que cada vez más demandan experiencias sostenibles, destacando que entre un 30 y un 60% de los consumidores están dispuestos a pagar más por productos sostenibles, siendo la Generación Z y los Millennials los más predispuestos.

«Esto se traduce en una generación de valor sin ambages para las áreas que comprende el sector de alta gama, que van de la moda, accesorios y joyería a los productos gastronómicos o al mobiliario y diseño de interiores, pasando por sectores como la belleza o el hospitality: los productos sostenibles crecen el doble que los tradicionales, además de estar valorados hasta un 30% más», subraya el documento.

Asimismo, los activos gestionados por los denominados inversores ESG -que apuestan por la defensa de la naturaleza- han crecido al ritmo de 16% de crecimiento anual, en los últimos años. Además, las compañías que invierten en sostenibilidad se valoran entre dos y cinco veces más que las que no lo hacen.

Los datos de informe indican que el 80% de los empleados considera que la sostenibilidad es un tema importante, siendo el primer factor para elegir un nuevo empleo para uno de cada cuatro. Igualmente, el estudio constata que el compromiso de los empleados «se dispara hasta por cuatro en aquellas compañías con un propósito claro y acorde con los valores sostenibles».

Para las marcas, desarrollar una propuesta de valor ESG «supone tejer una conexión emocional más sólida con los clientes». Comunicar una «historia ESG» con objetivos relacionados con la naturaleza «consigue fidelizar a las generaciones más concienciadas, además de colmar sus expectativas y una mayor demanda de experiencias sostenibles».

«Una conexión entre marca y cliente basada en la siguiente premisa: la alta gama es contraria al consumo y la producción masivas; por eso las marcas se afanan por reducir el consumo de bienes y recursos a lo largo de una cadena de valor que requiere excelencia en el origen y en el tratamiento de los materiales. Un proceso válido tanto para la adquisición de pieles o fibras como para la carta de un restaurante inspirada en el respeto hacia los recursos naturales», apunta el informe.

La investigació matiza que también sucede lo contrario: «los consumidores cambian de marca si reconocen el impacto negativo de un producto en hábitats naturales». Por ejemplo, el algodón vinculado a la pérdida de hábitats terrestres se penaliza en mercados como la Unión Europea.

Esto es válido para las empresas de productos de alimentación o las bebidas de alta gama: la disminución de la calidad del suelo reduce el rendimiento de la producción de la cosecha.

El estudio concluye que fomentar la trazabilidad de los recursos renovables y no renovables, colaborar con proveedores ecológicamente responsables o introducir -con el empuje de las tecnologías de última generación- estándares de medición y de impacto en las políticas de abastecimiento «propulsan la percepción de las empresas y las aúpan al liderazgo».