MÉRIDA, 11 (EUROPA PRESS)
El director territorial de Banco Santander en Extremadura, Justiniano Cortés, acompañado por el alcalde de Caminomorisco, Gervasio Martín, han visitado esta semana las 600 hectáreas de terreno en las que el proyecto Motor Verde de la Fundación Repsol ha iniciado su plan de reforestación de tierras quemadas y creación de bosques.
Ambos han estado acompañados por Enrique Enciso de Grupo Sylvestris, empresa que dirige los trabajos sobre el terreno y está especializada en restauración forestal.
Los terrenos visitados albergarán el primero de los tres ‘Bosques Santander’ que contempla el proyecto Motor Verde, en el que también colaboran otras empresas.
Estos bosques compensarán la emisión de 82.000 toneladas de CO2 y forman parte de un plan que, además de su «impacto medioambiental», también genera un «beneficio social» con la generación de empleo, pues la entidad estima en más de 15.000 los puestos de trabajo que genera, y también económico, al fortalecer el tejido empresarial local y dinamizar la economía en el entorno rural, indica la entidad financiera en una nota de prensa.
El director territorial de Banco Santander, Justiniano Cortés, ha agradecido el recibimiento del alcalde y el «enorme esfuerzo» que se está desarrollando en la zona, donde ha declarado que «es un orgullo poder contribuir» a este proyecto que «refuerza una vez más» su «compromiso con el medio ambiente y la construcción de una economía cada vez más sostenible, con el desarrollo rural y, por supuesto con la generación de empleo».
Cortés también ha destacado el «compromiso» de la entidad con el desarrollo de la región, en la que mantiene más de 120 puntos de atención, la mayoría en poblaciones con menos de 10.000 habitantes, y un «importante apoyo a numerosas iniciativas sociales, empresariales y universitarias».
METODOLOGÍA INNOVADORA
El proyecto Motor Verde cuenta con una metodología propia y diferencial. Se realiza un «exhaustivo análisis previo», trabajo sobre el terreno y mantenimiento posterior a la plantación, para afianzar la conservación de los ejemplares plantados, «clave para la resiliencia del bosque a futuro, apostando por el desarrollo sostenible del entorno».
Además, todos los proyectos se diseñan de acuerdo con los «máximos estándares» de la Oficina Española de Cambio Climático, el organismo oficial de certificación dependiente de Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.